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lunes, abril 09, 2007

JUECES PRONARCOS

El gobernante cobarde "se lavó las manos..." cediendo ante un sector de piquetéo y hostigamiento ruidoso y agresivo, que se imponía sobre el pueblo pacífico pensante: dejó que condenaran a muerte al inocente y silencioso Jesús, liberando al ladrón Barrabás, y allí se estableció una injusta impronta. ¡Lo muy grave es que tras veinte siglos, cambiando los nombres, aquí perdura el método!

Luis Augusto Weckesser