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miércoles, agosto 20, 2008

LA ENFERMEDAD QUE TODOS ANSIAN TENER

Ricardo Marín A.

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La Crisis Económica en el Pueblo de México ya no es una Casualidad para los Ciudadanos, la impotencia de las autoridades que a conveniencia de dar solución a nuestras necesidades, como producir empleos con salarios justos , no inventando tantos IMPUESTOS, poner orden en los abusos que pisotean los derechos de nuestros hijos, no el abuso y AUTORITARISMO POLICIACO que se a vuelto a cada segundo un reto imposible de vencer por todos los que ejecutan nuestras leyes y que tienen la obligación de servir. No de servirse (nuestros servidores públicos)

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Estas Ignorantes ALMAS y que se dicen profesionales en dirigir un Estado u otra función publica, lo mejor que saben hacer es caso omiso a las necesidades de su pueblo y simular con la mas maliciosa de sus caras, atención ante la ciudadanía para fingir que nuestra descendencia les importa,

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Incluyendo la información de los medios de comunicación que muestran a diario el trabajo profesional de miles de reporteros que de una forma visible y fundamentada dan a conocer las necesidades y abusos que pasan en contra de la gente.

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Toda esta falta de atención y respuesta de nuestros funcionarios a su ciudadanía, a causado y acelerado el índice de delincuencia en nuestro estado y nuestro país, ya que nada mas falta voltear para cualquier punto cardinal de nuestra ciudad, para enterarse de cuantas personas perdieron la vida por un asalto en donde lo robado no rebaso el precio de los trescientos o mil pesos como máximo, y el consumo excesivo de drogas en nuestros jóvenes que ya no hacen nada mas que marcar un numero para que se los lleven a domicilio.

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Todo esto nos hace pensar que los recursos económicos que juntamos entre todos con nuestros impuestos y nuestras participaciones voluntarias, nada mas sirven para que estas personas se den una vida de lujos y riqueza que los convierte en enfermos de este poder, el cual es tan bueno que ya nadie quiere curarse.
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Y claro esta por que salen de un puesto publico y andan como desesperados por conseguir otro a razón de que son tan insuficientes que ni la llanta de su auto saben cambiar, buscándole la cara al conocido que esta en estos momentos en función para que se compadezca de ellos y les de una cucharadita de esa medicina que sienten les hace tanta falta.